Los estudios geofísicos se pueden dividir en dos tipos de acuerdo con sus objetivos:
A) Proyectos de exploración geofísica aplicados al estudio de recursos naturales, tales como agua subterránea, recursos minerales, geotermia, etc., así como proyectos aplicados a la ingeniería geológica para el estudio de la subsidencia y agrietamientos, caracterización de sitios para rellenos sanitarios, etc.
B) Proyectos de Investigación de carácter regional enfocados al estudio de la corteza y manto, su relación con la tectónica y geología continental, y su eventual correlación con procesos sismogenéticos y vulcanogenéticos.